El abuso de los SMS afecta negativamente la capacidad lingüística de las personas

A dichas conclusiones llegó Joan Lee, lingüista de la Universidad de Calgary (Canadá). La investigadora afirmó: “Generalmente se cree que mandar mensajes de texto contribuye a un uso más libre del lenguaje, pero nuestro estudio encontró que esto es un mito. Las personas que mandan más mensajes de texto rechazan palabras desconocidas en vez de reconocerlas como términos posibles”.

Uso de SMSEn su investigación, Lee trabajó con estudiantes universitarios. Preguntó sobre los hábitos de lectura de los estudiantes y averiguó cuántos SMS enviaban o recibían a diario. A seguir, la especialista presentó una serie de palabras reales o ficticias y analizó cómo las aceptaban, y si las comprendían, dado el contexto.

En el estudio se descubrió que los voluntarios que leían y enviaban más mensajes de texto aceptaban mucho menos palabras nuevas, mientras que los jóvenes que leían los tradicionales libros, diarios o revistas aceptaban e incorporaban los términos nuevos con mucha más facilidad.

Lee piensa que leer medios impresos tradicionales exponen a las personas a un mayor nivel de creatividad en el lenguaje, algo que no aparece durante el envío y recepción de SMS. Además, la experta concluye que las lecturas tradicionales promueven la flexibilidad en el uso del lenguaje y la aceptación de palabras previamente desconocidas.

Como resultado, explica Lee, las personas desarrollan más habilidades lingüísticas que permiten interpretar correctamente las palabras que no conocen. En contraste, los mensajes de texto se asocian a inhibiciones en el lenguaje, que provocaron en los voluntarios un rechazo de las palabras. Esto fue sorprendente, porque hay muchas ortografías inusuales o textismos en el lenguaje del mensaje de texto, comenta Lee.

La experta opina que esta situación tal vez se presenta porque el lenguaje de los SMS representa palabras que usan habitualmente en el habla cotidiana, por lo cual las personas que usan este tipo de comunicación no suelen estar en contacto con tantos términos como los presentados en los medios impresos.

Fuente:  www.marisolcollazos.es