Grafemas y fonemas – intereses y conflictos

Fonemas y grafemas son conceptos fundamentales de la ortografía y la lingüística. El lenguaje es una herramienta fascinante que nos permite comunicarnos de manera efectiva, transmitiendo pensamientos, sentimientos, conocimientos e información. La complejidad del lenguaje humano se manifiesta en la manera en que los sonidos se combinan para formar palabras y enunciados con significado.

Cada idioma tiene su sistema fonológico único, que consiste en un conjunto limitado de sonidos distintivos, conocidos como fonemas, que son la base para diferenciar una palabra de otra.

  1. Fonemas:
    • Los fonemas son unidades sonoras utilizadas para formar y distinguir palabras en un idioma. Cada lengua tiene un conjunto limitado de fonemas que permiten diferenciar significados.
    • Por ejemplo, en español, el fonema representado por la letra “p” distingue palabras como “pasa”, “basa”, “casa”, “gasa”, “masa” y “tasa”.
    • Según explica la Academia de la Lengua – RAE, los fonemas pueden clasificarse según su punto de articulación, como alveolares, coronales, dentales, faríngeos, glotales, interdentales y labiales. (Vea RAE)
  2. Grafemas:
    • Los grafemas son unidades gráficas que componen la secuencia escrita en un idioma. En español, los grafemas coinciden con lo que comúnmente llamamos letras.
    • Cada grafema representa un fonema o conjunto de fonemas. Por ejemplo, la letra “c” puede representar el fonema /k/ en palabras como “casa” o el fonema /θ/ en palabras como “cielo”.
    • La ortografía se encarga de establecer las correspondencias entre fonemas y grafemas en la escritura.

La Academia de la Lengua explica que:

Así pues, el fonema es la unidad mínima distintiva en el plano fónico, y el grafema, la unidad mínima distintiva en el plano gráfico. En ambos casos se trata de unidades segmentales, esto es, de unidades aislables que se manifiestan de forma lineal o sucesiva en la cadena hablada, en el caso de los fonemas, y en la cadena escrita, en el caso de los grafemas. La ortografía se encarga de determinar, en cada lengua, cuál es la correspondencia que debe establecerse en la escritura entre las unidades de uno y otro tipo, es decir, con qué grafema o conjunto de grafemas se representa cada uno de los fonemas, y qué fonema o fonemas representa cada grafema o conjunto de grafemas. [Destaque nuestro].

Esta diversidad de sonidos y su organización en cada lengua es un fenómeno de estudio apasionante en el ámbito de la lingüística, que nos permite comprender la belleza y la complejidad de la comunicación verbal.

En resumen, los fonemas son las unidades mínimas distintivas en el plano fónico, mientras que los grafemas son las unidades mínimas distintivas en el plano gráfico. Ambos son esenciales para comprender cómo se representa el lenguaje en la escritura.

Referencias

  1. Navarro Tomás, Tomás. Manual de Pronunciación Española. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1974.
  2. Quilis, Antonio. Tratado de Fonología y Fonética Españolas. Madrid: Gredos, 1993.
  3. Martínez Celdrán, Eugenio. Fonología Moderna del Español. Madrid: Gredos, 2004.
  4. Fernández Planas, Ana María. Fonética y Fonología del Español. Madrid: Síntesis, 2009.
  5. Hualde, José Ignacio. Introducción a la Lingüística Hispánica. Cambridge: Cambridge University Press, 2005.
  6. Real Academia Española (RAE). (s.d.). Fonemas y grafemas. Visto el 04 de abril de 2024. Disponible en https://www.rae.es/ortografia/fonemas-y-grafemas.

Referencias para investigación en el área de español

Un estudiante de español puede consultar la sección «Información sobre la elaboración del DLE» para obtener información sobre el proceso de elaboración del diccionario. Un investigador puede consultar la sección «Diccionario de americanismos» para obtener información sobre las palabras y expresiones que son propias de las variedades del español que se hablan en América. Y un profesional del español puede utilizar el sitio web de la ASALE para acceder a la última edición del DLE.

Sitio web oficial de la Real Academia Española (RAE):

El sitio web de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) ofrece una amplia gama de referencias sobre el Diccionario de la Lengua Española (DLE). En particular, la sección «Obras académicas» incluye información sobre las siguientes obras relacionadas con el DLE:

Diccionarios en línea:

Estos diccionarios en línea ofrecen acceso rápido y gratuito a las definiciones de palabras en español. Sin embargo, no son tan completos ni fiables como el DLE oficial de la RAE.

Este sitio web ofrece acceso gratuito a la última edición del DLE, así como a información sobre la historia del diccionario, su metodología de elaboración y sus novedades más recientes.

  • Diccionario de la lengua española: Esta obra es la publicación principal de la ASALE y es la referencia estándar para el idioma español. La 23.ª edición del DLE se publicó en 2014 y se actualiza periódicamente con nuevas palabras, acepciones y enmiendas.
  • Diccionario de americanismos: Esta obra recoge los términos y expresiones que son propias de las variedades del español que se hablan en América. La 2.ª edición del Diccionario de americanismos se publicó en 2010 y se actualiza periódicamente con nuevas entradas.
  • Diccionario panhispánico de dudas: Esta obra ofrece información sobre el uso correcto del español en todos los países hispanohablantes. La 2.ª edición del Diccionario panhispánico de dudas se publicó en 2005 y se actualiza periódicamente con nuevas entradas.

El Diccionario de la Lengua Española (DLE) es una obra de referencia fundamental para el idioma español. A continuación, se presenta una lista de referencias confiables sobre el DLE:

Además de esta información general, el sitio web de la ASALE también ofrece enlaces a recursos específicos sobre el DLE, como:

  • Noticias sobre el DLE: Esta sección incluye información sobre las novedades más recientes del diccionario, como nuevas palabras, acepciones y enmiendas.
  • Información sobre la elaboración del DLE: Esta sección ofrece información sobre el proceso de elaboración del diccionario, desde la recopilación de datos hasta la redacción de las definiciones.
  • Recursos para el uso del DLE: Esta sección incluye enlaces a herramientas y recursos que pueden ayudar a los usuarios a utilizar el diccionario de forma eficaz.

En general, el sitio web de la ASALE es una fuente valiosa de información sobre el DLE. Los recursos que ofrece son de gran utilidad para los estudiantes, los investigadores y los profesionales del español.

Sitios web de la RAE:

Estos sitios web ofrecen información adicional sobre la RAE, sus actividades y publicaciones, incluyendo noticias sobre el DLE.

La referencia https://www.asale.org/obras-academicas/diccionarios es una fuente valiosa de información sobre el Diccionario de la Lengua Española. Los recursos que ofrece son de gran utilidad para los estudiantes, los investigadores y los profesionales del español.

Libros y artículos:

  • Diccionario de la lengua española, 23.ª edición. Madrid: Real Academia Española, 2014.
  • Diccionario histórico de la lengua española. Madrid: Real Academia Española, 2019.
  • Alvar, Manuel. El español de los diccionarios. Madrid: Arco Libros, 1996.
  • Bosque, Ignacio. Diccionario esencial de la lengua española. Barcelona: Espasa Calpe, 2005.
  • Gómez Torrego, Leonardo. El Diccionario de la lengua española: historia y crítica. Madrid: Gredos, 1993.
  • Lapesa, Rafael. Historia de la lengua española. Madrid: Gredos, 1984.

Revistas académicas:

  • Boletín de la Real Academia Española. Madrid: Real Academia Española, 1914-presente.
  • Revista de Filología Española. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1914-presente.
  • Español Actual. Madrid: Asociación Española de Estudios de Lengua y Literatura, 1973-presente.

Bibliotecas y centros de investigación:

Estos centros ofrecen acceso a una amplia colección de recursos sobre la lengua española, incluido el DLE y otros diccionarios históricos y especializados.

Conferencias y eventos:

  • La RAE y otras instituciones organizan periódicamente conferencias, seminarios y talleres sobre el DLE y la lengua española. Estos eventos pueden ser una buena oportunidad para aprender más sobre el diccionario y su uso.

Redes sociales:

  • La RAE tiene presencia en las redes sociales, como Twitter y Facebook. Estas redes sociales pueden ser una buena forma de mantenerse al día con las últimas novedades del DLE y de participar en debates sobre la lengua española.

Además de las referencias mencionadas anteriormente, recomendamos consultar las fuentes bibliográficas de los libros y artículos citados. Esto permitirá encontrar información adicional sobre el DLE y sobre la lengua española en general.

La Casa de las Palabras, la Real Academia de la Lengua Española – RAE

La Real Academia Española (RAE) es una institución cultural dedicada a la defensa, el estudio y la difusión del idioma español. Fue fundada en Madrid en 1713 por un grupo de eruditos, entre los que se encontraban el dramaturgo y poeta Lope de Vega y el escritor y filósofo Francisco de Quevedo.

La sede de la RAE se encuentra en el Palacio de la Academia, un edificio histórico ubicado en el centro de Madrid. El palacio fue construido en el siglo XVIII y es un ejemplo de la arquitectura neoclásica española.

La RAE tiene una larga tradición de investigación lingüística. Desde su fundación, la academia ha publicado el Diccionario de la lengua española, la obra más importante de referencia sobre el idioma español. La RAE también publica otras obras, como la Gramática de la lengua española, el Diccionario panhispánico de dudas y el Diccionario de americanismos.

La RAE también organiza actividades y eventos relacionados con el idioma español. La academia organiza cursos, conferencias y seminarios sobre temas lingüísticos. También participa en proyectos de difusión del idioma español, como el Programa de Lectura y Escritura.

Edificio de la Real Academia de la Lengua Española (RAE)
Foto: https://es.wikipedia.org/

El Palacio de la Academia es un edificio de tres plantas con una fachada de estilo neoclásico. La fachada está decorada con columnas, pilastras y relieves. El interior del palacio está decorado con pinturas, esculturas y otros objetos de arte.

El Edificio de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) es un proyecto del arquitecto Miguel Aguada de la Sierra. Fue levantado entre 1891-1894. El estilo es neoclásico. Se buscó armonizar su estilo con el cercano Museo del Prado. Es un edificio elegante, construido con ladrillos y piedras calizas. La fachada está antecedida por un pórtico estilo dórico. La fotografía arriba mostrada corresponde a la parte posterior.

La RAE es una institución importante para el idioma español. La academia trabaja para proteger y promover el idioma español, y sus obras son utilizadas por millones de personas en todo el mundo.

Referencias:

Rae.es, https://www.rae.es/inicio. Accedido 8 de diciembre de 2023.

«Inicio ASALE». Asociación de Academias de la Lengua Española, https://www.asale.org/inicio-asale. Accedido 8 de diciembre de 2023.

La palabra del año 2023 del español es…

La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, ha escogido polarización como la palabra del año 2023 del idioma español.

El término polarización se ha impuesto al resto de las candidatas debido a su gran presencia en los medios de comunicación y a la evolución de significado que ha experimentado. En los últimos años se ha extendido el uso de esta voz, que está recogida desde 1884 en el diccionario académico, para aludir a situaciones en las que hay dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas (en referencia a los polos), en ocasiones con las ideas implícitas de crispación y confrontación.

Es habitual encontrar en los medios ejemplos que aluden a diversas formas de polarización, a nivel mundial: la polarización de la sociedad, de la política, de la opinión pública, de las posturas en las redes sociales, etc. Y es que tanto el verbo polarizar como su correspondiente sustantivo polarización se utilizan con frecuencia para expresar la idea de división en dos bloques, posiciones u opiniones enfrentadas. 

Según el Diccionario de la lengua españolapolarizar es, entre otras cosas, ‘orientar en dos direcciones contrapuestas’, y en el Diccionario esencial se ofrece el siguiente ejemplo: La guerra polarizó la sociedad.

Además de su interés lingüístico, el otro motivo para la elección de este término ha sido su elevada presencia en los medios de comunicación durante los últimos meses. Aplicada a la política y al ámbito ideológico, al mundo deportivo, al debate en las plataformas digitales y, en general, a cualquier escenario en el que sea habitual el desacuerdo, la voz polarización se ha extendido a lo largo de 2023.

La palabra en el diccionario

Esta palabra aparece recogida en el diccionario académico desde la edición de 1884 con la misma definición que tiene actualmente: ‘acción y efecto de polarizar o polarizarse’. No obstante, hace más de un siglo, polarización incluía la marca física, que indicaba que era un término restringido al lenguaje de esta ciencia, en relación con los polos.

En 1985, se incorporó un añadido a esa definición, que no se conserva en la edición actual, y que iba dando pistas sobre cómo este término comenzaba a extenderse más allá de la física: «En lenguaje de la economía, proceso por el cual en unas determinadas zonas de un territorio se concentran la mayoría de las industrias». Para la edición del año 2001, polarizar —y, en consecuencia, polarización— se había extendido al lenguaje general tras adquirir el sentido de ‘orientar en dos direcciones contrapuestas’, ya empleado en ámbitos muy diversos. 

La ganadora de este año ha sido escogida entre doce candidatas, varias de ellas relacionadas con la tecnología y el medioambiente o las catástrofes naturales: amnistía, ecosilencio, euríbor, FANI, fediverso, fentanilo, guerra, humanitario, macroincendio, seísmo ultrafalso.

Esta es la undécima ocasión en la que la Fundación escoge su palabra del año. Las anteriores ganadoras fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021) e inteligencia artificial (2022).

Tomado de: https://www.fundeu.es/recomendacion/polarizacion-palabra-del-ano-2023-para-la-fundeurae/. (Adaptado).

Las candidatas de 2023 a palabra del año son…

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La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, ha seleccionado sus doce candidatas a palabra del año 2023. Aunque los temas a los que aluden son muy variados, se repiten especialmente los términos relacionados con el medioambiente, la política y la tecnología.

Cada año, la Fundación escoge doce términos en función de dos criterios fundamentales. En primer lugar, se tiene en cuenta su presencia en los medios de comunicación, así como en el debate social en el mundo hispanohablante. En segundo lugar, se valora que estas voces tengan algún interés desde el punto de vista lingüístico: una formación curiosa, un significado o una escritura que genera dudas entre los hablantes.

Las doce candidatas a palabra del año 2023 seleccionadas por la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, y que se conocerá mañana 27 de diciembre, son: amnistía, ecosilencio, euríbor, FANI, fediverso, fentanilo, guerra, humanitario, macroincendio, polarización, seísmo y ultrafalso. EFE

Este 2023, las voces que podrían hacerse con el título de palabra del año de la FundéuRAE son, ordenadas alfabéticamente: 

amnistía, ecosilencio, euríbor, FANI, fediverso, fentanilo, guerra, humanitario, macroincencio, polarización, seísmo y ultrafalso.

Las anteriores palabras del año de la Fundación fueron: 

escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021) e inteligencia artificial (2022). La ganadora de este año se conocerá el próximo día 27 de diciembre.

1. Amnistía

La palabra amnistía ha estado presente este año en el debate público de varios países (Reino Unido, España…) y, consecuentemente, ha aparecido en los medios de comunicación. Según el Diccionario de la lengua española, se trata del ‘perdón de cierto tipo de delitos, que extingue la responsabilidad de sus autores’. Por su parte, en el Diccionario panhispánico del español jurídico, se define como ‘forma de ejercicio del derecho de gracia que corresponde a los poderes públicos’.

2. Ecosilencio

Formada a partir del prefijo eco-, esta palabra es una alternativa adecuada al extranjerismo greenhushing, que se ha extendido para referirse al ocultamiento de información sobre el cuidado del medioambiente. Se aplica principalmente a las empresas que, por razones diversas, evitan hacer públicas las herramientas que emplean para hacer que su actividad sea ecológica. En cuanto a su escritura, no resulta apropiado insertar un guion o un espacio entre el prefijo y la palabra silencio, por lo que la grafía recomendable es ecosilencio, todo junto.

3. Euríbor

La subida de los tipos de interés en todo el mundo para tratar de controlar la inflación ha centrado la atención de la información económica este 2023. Esto se ha traducido en un encarecimiento generalizado de las hipotecas; el repunte del euríbor (acrónimo formado a partir de euro interbank offered rate, es decir, tipo europeo de oferta interbancaria) ha sido uno de los temas de conversación más repetidos en España. Desde un punto de vista lingüístico, la Fundación ha recordado este año que esta voz se escribe con minúscula por tratarse de un acrónimo asentado como sustantivo común. Igualmente, lo apropiado es escribirla con tilde en la i como palabra llana terminada en consonante distinta de n o s.

4. FANI

Los ovnis (acrónimo de objeto volador/volante no identificado) han dado paso a los FANI (acrónimo de fenómeno anómalo no identificado). Mientras que la voz ovni se ha lexicalizado y puede escribirse enteramente en minúsculas, como un sustantivo común, es preferible escribir FANI como sigla, con mayúsculas. 

5. Fediverso

Las redes sociales son una parte esencial en el día a día de muchos hablantes y aparecen constantemente en los medios desde hace años. La palabra fediverso, que procede del inglés fediverse, es un acrónimo válido en español en el que se han combinado los términos federacióndiverso universo. Este término se refiere a redes sociales que se han federado para que el usuario pueda utilizarlas como una sola red.

6. Fentanilo

La crisis que ha desatado este fármaco en diversos países, especialmente Estados Unidos, ha multiplicado la aparición de la palabra fentanilo en las noticias. Desde un punto de vista lingüístico, lo apropiado, dado que se trata del nombre común de una sustancia y no de una marca, es escribirlo con minúscula.

7. Guerra

La palabra guerra ha sido una constante en las informaciones a lo largo de todos los meses del año. Los conflictos armados que se suceden en diversos lugares del mundo y han protagonizado las noticias en 2023 hacen que esta palabra esté entre las seleccionadas. Pero también por sus otros usos: guerra de precios, guerra ideológica, guerra de fichajes… El sustantivo guerra significa, según el diccionario académico, ‘lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación’, pero también ‘lucha o combate, aunque sea en sentido moral’ y ‘pugna, oposición, rivalidad’. Dada la amplitud de sus sentidos, el uso de esta palabra ha estado muy presente en el debate social y político de una amplia variedad de temas.

8. Humanitario

Las catástrofes naturales, los conflictos bélicos o la inmigración han hecho que la voz humanitario haya adquirido especial relevancia durante 2023. Aparece en combinación con una gran variedad de términos: ayuda humanitariatregua humanitariacorredor humanitario

Tradicionalmente, el adjetivo humanitario se había empleado para referirse, entre otras cosas, a aquello que persigue aliviar los efectos de las guerras y otros escenarios graves. No obstante, en el derecho internacional y, más tarde, entre los propios hispanohablantes, se asentó su uso para calificar a las situaciones que requieren de ayuda humanitaria, y es desde 2022 uno de los sentidos que ya recoge el diccionario académico para este término. Así, también resulta adecuado combinarlo con términos como crisis o catástrofe.

9. Macroincendio

Hawái, Canadá, Grecia o la isla española de Tenerife son algunos de los lugares que han sido golpeados por las llamas este año. La voz macroincendio, formada con el prefijo macro-, que significa ‘grande’, se escribe en una sola palabra, y no es recomendable añadirle un guion o insertar un espacio.

10. Polarización

Es uno de los términos que más ha resonado a lo largo del año, en relación con diferentes cuestiones: políticas, sociales, de ideas, en el área de las redes sociales. Aunque, originalmente, el sustantivo polarización aludía a ideas complementarias, como puede ser el contraste entre ciencias y humanidades, hoy también se emplea de manera específica para referirse a situaciones en las que hay dos enfoques o bandos extremos, en ocasiones con una idea implícita de conflicto.

11. Seísmo

Los terremotos de Siria, Turquía y Marruecos, y sus graves consecuencias humanitarias, han llenado las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo durante semanas. Para referirse a estos fenómenos, son igualmente válidas las voces sismo y seísmo, aunque no se emplean con la misma frecuencia en todos los países; mientras que sismo es la más frecuente en el ámbito hispanohablante, en España se prefiere seísmo.

12. Ultrafalso

La inteligencia artificial sigue avanzando y está muy presente en el debate y las conversaciones de los hablantes. El término ultrafalso (alternativa al extranjerismo deepfake) alude a los sistemas informáticos que, con técnicas de inteligencia artificial, crean vídeos, fotografías o audios manipulados muy realistas que pueden conseguir engañar a la audiencia. Es habitual que este sustantivo se aplique también a los propios archivos.

Tomado de: https://www.fundeu.es/recomendacion/candidatas-a-palabra-del-ano-2023-de-la-fundeurae/

¿Se puede afirmar que la ortografía del idioma español es regular?

Algunos afirman que para una lengua ser completamente regular (en cuanto a su ortografía), cada letra debe pronunciarse de una sola manera y cada sonido debe corresponder a una sola letra del alfabeto. Pero nos encontramos aquí con una situación de interferencia de diferentes áreas estudio.

Veamos algunas definiciones:

Ortografía. Del lat. orthographĭa, y este del gr. ὀρθογραφία orthographía. 1. f. Conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua. 2. f. Aplicación de las normas ortográficas. Tener buena o mala ortografía. Del lat. orthographĭa, y este del gr. ὀρθογραφία orthographía. (https://dle.rae.es/ortograf%C3%ADa).

Fonética. La fonética (del griego antiguo: φωνητικά [fōnētiká] ‘vocal’) es el estudio de los sonidos físicos del discurso humano. Es la rama de la lingüística que estudia la producción y percepción de los sonidos de una lengua con respecto a sus manifestaciones físicas. Sus principales ramas son: fonética articulatoria, fonética acústica y fonética auditiva o perceptiva. Desde otro punto de vista, también se habla de la fonética experimental como una rama aparte. (https://dle.rae.es/fon%C3%A9tico?m=form)

La cuestión es que, dentro del mundo de las letras, existen varias corrientes filosóficas y profesionales especializadas en el estudio de las palabras. Por eso, tratar de hallar regularidad idiomática en la ortografía es un elemento o fenómeno diferente a si estudiásemos la fonética del idioma. Como sabido, existen varias áreas de estudio del idioma: gramática, fonética, lingüística, etc. Cada área estudia un aspecto específico del habla.

En comparación con otras lenguas, la ortografía del español es bastante consistente, pero esto es en cuanto a ortografía. La ortografía es regulada por instituciones de prestigio, como es el caso de la Fundéu, las Academias de la Lengua Española (vg. RAE).

Aun así, no se puede afirmar en todo caso y momento que el idioma español sea totalmente regular, ni cuanto a fonética ni cuanto a ortografía.

En ocasiones, un mismo sonido se puede escribir con letras diferentes según las normas de ortografía del español. Este fenómeno se denomina poligrafía. Por ejemplo, el sonido /k/ se puede expresar con las letras k, qu, c, como en «kiwi», «queso» o «Colombia». Otras veces, se produce el fenómeno contrario.

La polifonía hace que una misma letra del abecedario se pronuncie de maneras distintas, según las letras que la acompañen. Este es el caso de la letra «g», que representa los fonemas /x/ y /g/. Por ejemplo, en «Ginebra» o «gato»

Entre letras y dígrafos

Durante décadas, se ha discutido bastante el uso de las letras y los dígrafos del español. Mucho se ha hecho para establecer un patrón común, de aplicación general y definitivo, que explique la relación que existe entre las letras del abecedario y los dígrafos del español o castellano.

No se deben confundir las letras con los dígrafos. Foto: https://www.rawpixel.com

La Real Academia de la Lengua – RAE ha coordinado, junto con las diferentes Asociaciones de la Lengua Española, incontables eventos y encuentros que permiten definir y consolidar las reglas y principios que rigen el idioma español.

El propósito principal de las Asociaciones de la Lengua consiste en proteger el idioma español de cualquier interferencia lingüística extranjera y de toda motivación negativa y mal intencionada que tenga como interés dañar la belleza natural de nuestra lengua, aun cuando ese fenómeno acontezca dentro de las fronteras de los nativos.

El entendimiento de los elementos que conforman el abecedario del español está claro en las mentes de la mayoría. Pero, por lo que vemos, algunos se oponen a esos cambios y actualizaciones. Existen fuertes razones que inducen a algunos a pensar de un modo diferente y no aceptan, consecuentemente, las reglas establecidas por la RAE y por las diferentes asociaciones de la lengua.

Algunos argumentan que el hecho de segregar los dígrafos ch y ll del abecedario es una aberración o, por lo menos, un error cometido por la Academia. Por otro lado, están aquellos que afirman que hasta en el aspecto tecnológico se puede ver que las máquinas de escribir, los teclados de computador y otras tecnologías no disponen de ninguna letra ch o ll. De hecho, ‘no es necesario’, dicen, porque solo basta replicar la letra o hacer la combinación necesaria, a fin de poder escribir la palabra deseada.

Veamos un ejemplo. Si alguien va a escribir las palabras «chicle», «chancleta», «lluvia», «llano», etc., no va a encontrar en ningún teclado de un computador o máquina de escribir la pieza que facilite ese proceso de escritura. Quien piensa en escribir esas palabras y otras parecidas tiene que hacer el esfuerzo natural de duplicar el toque de las letras c, h y l, conforme corresponda.

Algunos replican, diciendo que ese tipo de argumento solo complica el asunto, porque ‘las tecnologías dependen en grande medida de las potencias mundiales, cuyos idiomas no precisan del uso de dígrafos’, o algo parecido.

Bueno, ¿quién manda no dominar las tecnologías, así como hacen esas naciones poderosas’? ¿Quién es que deja que las lenguas de las potencias se impongan en sus países? ¿Quién manda no imponerse? También, ¿cuáles serían las ventajas de que cada nación o grupo de naciones usase un tipo de tecnología diferente relacionado con la escritura, solo por cuestiones de orgullo nacional? No es que no sea posible implantar tecnologías locales. La cuestión de peso es dónde están las ventajas de hacer eso.

Veamos lo que dice la Academia de la Lengua Española sobre los dígrafos:

Desde la segunda edición de la Ortografía académica, publicada en 1754, venían considerándose letras del abecedario español los dígrafos ch y ll (con los nombres respectivos de che y elle), seguramente porque cada uno de ellos se usaba para representar de forma exclusiva y unívoca un fonema del español (antes que la extensión del yeísmo alcanzara los niveles actuales y diera lugar a que hoy el dígrafo ll represente dos fonemas distintos, según que el hablante sea o no yeísta). Es cierto que se diferenciaban en esto de los demás dígrafos, que nunca han representado en exclusiva sus respectivos fonemas: el fonema /g/ lo representa también la letra g ante a, o, u (gato, goma, gula); el fonema /k/ se escribe además con c ante a, o, u y con k (cama, cola, cuento, kilo, Irak); y el fonema /rr/ se representa con r en posición inicial de palabra o detrás de consonante con la que no forma sílaba (rama, alrededor, enredo).

Lo cierto es que, en español, además de las veintisiete letras que constituyen el abecedario, existen cinco dígrafos o combinaciones de dos letras, que se emplean para representar gráficamente los siguientes fonemas:

a) Dígrafo ch, representa el fonema /ch/: chapaabochornar.

b) Dígrafo ll, representa el fonema /ll/ (o el fonema /y/ en el caso de los hablantes yeístas): lluviarollo.

c) Dígrafo gu, representa el fonema /g/ ante e, i: pliegueguiño.

d) Dígrafo qu, representa el fonema /k/ ante e, i: quesoesquina.

e) Dígrafo rr, representa el fonema /rr/ en posición intervocálica: arroztierra.

Como podemos ver, si el abecedario español aceitase los dígrafos ch y ll, entonces también deberían ser tomados en cuenta los otros dígrafos que existen en el español y pueden estar siendo dejados de lado: gu, qu, y rr.

Por eso, la Ortografía de la lengua española indica que «este argumento [de pensar que los dígrafos ch y ll deben formar parte del abecedario] no es válido desde la moderna consideración de las letras o grafemas como las unidades mínimas distintivas del sistema gráfico». De cierta forma, esta visión desconsidera, hasta cierto punto, el aspecto fonológico de las letras y dígrafos, dando prioridad a otras características intrínsecas.

La Ortografía de la lengua española explica los motivos de excluir los dígrafos del abecedario español:

Por lo tanto, a partir de este momento, los dígrafos ch y ll dejan de ser considerados letras del abecedario español, lo cual no significa, naturalmente, que desaparezcan de su sistema gráfico; es decir, estas combinaciones seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas. El cambio consiste, simplemente, en reducir el alfabeto a sus componentes básicos, ya que los dígrafos no son sino combinaciones de dos letras, ya incluidas de manera individual en el inventario. Con ello, el español se asimila al resto de las lenguas de escritura alfabética, en las que solo se consideran letras del abecedario los signos simples, aunque en todas ellas existen combinaciones de grafemas para representar algunos de sus fonemas.

La Academia de la Lengua Española entiende que ‘los grafemas son propiamente letras’, es decir, signos gráficos simples. Basados en esa premisa, la Academia de la Lengua Española entiende que es necesario excluir los dígrafos ch y ll del abecedario, porque no son grafemas simples. Eso no significa que los dígrafos ch y ll desaparecen de la lengua o de la escritura.

Al contrario, los dígrafos son mantenidos en su lugar correspondiente en el proceso de escritura. Por ejemplo, usted no va a dejar de escribir «charla», «charco», «lluvia», «llave», para escribir algo que no existe, o tal vez sí, pero que tenga un sentido diferente, como /Carla/, /Carco/, /Luvia/, /Lave/, simplemente porque se optó por omitir la forma del dígrafo.

Por esta razón, no deben formar parte del abecedario las secuencias de grafemas que se emplean para representar ciertos fonemas. Veamos:

Como podemos ver, estamos ante dos áreas diferentes de estudio del idioma español: uno dedicado a la fonética y otro a la gramática. Claro, sin dejar de lado la lingüística, la ortografía y otras áreas. Este conflicto de intereses, diríamos, de alguna forma tiene que ser conciliado.

Para mediar los intereses particulares, las Asociaciones de la Lengua Española lanzan propuestas y recomendaciones que culminan en parámetros que son aceptados tanto por unos como por otros, conforme al interés personal que atraiga a la persona.

Por eso, en grande parte, debemos recurrir a estas dos escuelas, para poder zanjar la disputa existente entre las letras y los dígrafos, conflicto creado simplemente por nosotros los seres humanos, hablantes del español o castellano, que no entendemos la diferencia que existe entre las letras y los dígrafos.

Citado en RAE y ASALE (2010). Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. pp. 64-65. ISBN 978-6-070-70653-0.

Vea:

  1. Dudas sobre el idioma español, en: https://espanolaldia.wordpress.com/dudas-sobre-el-idioma-espanol/
  2. Sobre la exclusión de los signos «ch» y «ll» del abecedario español, en: https://espanolaldia.wordpress.com/2014/10/14/sobre-la-exclusion-de-los-signos-ch-y-ll-del-abecedario-espanol/
  3. Dígrafos del idioma español, en: https://espanolaldia.wordpress.com/2022/06/11/digrafos-del-idioma-espanol/

“Esequibo” – Origen del nombre y su relación con la Guayana Esequiba

Cuando hablamos del Esequibo, nos referimos a un amplio territorio que comprende unos 159.542 kilómetros cuadrados, que representan el 75% del territorio de la República Cooperativa de Guyana y 1/7 del territorio de Venezuela. Este espacio es disputado desde el siglo XIX por los dos países. Es sabido que esta región tiene grandes reservas de petróleo, descubiertas en 2015, así como otros tesoros: oro, agua, minerales raros, madera y recursos naturales diversos.

Desde 2018, la Corte Internacional de Justicia – CIJ está verificando los aspectos históricos, legales, los derechos de la posesión definitiva del territorio, la distribución de las fronteras, así como la revisión del Laudo de París de 1899, dentro de los límites que las leyes internacionales imponen a la Corte.

Foto: runrun.es

A quién pertenece ese territorio, no es cuestión de este estudio. Por tanto, discusiones y dialécticas relacionadas con reclamaciones y derechos territoriales serán dejados de lado en esta investigación, para no perder la objetividad del análisis. Sin embargo, nos fundamentaremos en el contexto histórico y social que envuelve el uso del nombre, especialmente porque estos elementos externos nos ayudan a explicar mejor la materia que está siendo aquí tratada: Esequibo – origen del nombre y su relación con la Guayana Esequiba.

El aspecto idiomático del nombre del Esequibo

Es verdad que los aspectos idiomáticos afectan las relaciones interpersonales e interestatales, tanto de forma directa como indirecta. De hecho, grandes discusiones por cualquier asunto tienen sus orígenes, muchas veces, en el uso y abuso de términos y frases de la lengua. La forma como nos comunicamos determina nuestro relacionamiento y lugar en el mundo.

El uso correcto o incorrecto de las palabras tiene un poder significativo sobre las personas. Las palabras pueden influenciar nuestras percepciones y relaciones, tanto a nivel interpersonal como interestatal. Al fin y al cabo, nuestra forma de actuar con los otros determina la forma como vivimos en la sociedad.

Otro aspecto que no debemos olvidar es el uso correcto de los nombres. Los nombres determinan las clasificaciones, las identidades personales, los derechos y las herencias. Sin el empleo correcto de los nombres aparecen los conflictos y desentendimientos.

Foto: runrun.es

Basados en la premisa anteriormente expuesta, notamos que el nombre “Esequibo” no es solo un término geográfico, sino que también lleva consigo una rica historia y significado cultural. Generalmente, cuando usamos el término Esequibo, nos referimos a varios aspectos y conceptos. El nombre Esequibo puede referirse a:

  1. El río Esequibo.
  2. El Territorio Esequibo o Guayana Esequiba.
  3. La antigua colonia neerlandesa del Esequibo.
  4. La región de Alto Tacutu-Alto Esequibo.
  5. La región de Islas Esequibo-Demerara Occidental.
  6. El proyecto de Estado de Esequibo.
  7. El Parque Esequibo.

Las ideas más consistentes y que disponen de mayor sustentación en las obras aquí verificadas nos inducen a pensar que el origen del nombre Esequibo (ˌesekˈiβo) o Guayana Esequiba (ɡwajjˈana ˌesekˈiβa) es más próximo del idioma español que de cualquier otra lengua romance, como el portugués (Guiana Essequiba, ɡwˌa͡ɪˈɐ̃nɐ ˌezɨkˈibɐ) y el francés (ɡuɛjanˈa ezɛkibˈa) y otros, como el holandés y el inglés.

Con respecto al inglés, los nombres Essequibo (ˌessekˈiβo) y Essequibo river (ˌɛsɪkwˈiːbo͡ʊ ɹˈɪvɚ) se distancian más de su origen fonético-gramatical y se arriman más para el sonido romance, latino e hispánico. Por lo visto, el nombre Esequibo, en inglés, parece ser más una incorporación lingüística de una palabra extranjera (del español) a ese idioma , que una expresión nativa inglesa.

De hecho, el nombre del país Guyana (/ɡaɪˈɑːnə/; /ɡaɪˈænə/; gy-A(H)N-ə) se presenta con variaciones fonéticas dentro del mismo país con influencia inglesa. Pero dejemos que los gramáticos y lingüistas hagan su trabajo en este sentido, porque podemos estar pecando de entrometidos en áreas especializadas.

Es fácil confundir algunos términos, por causa de la proximidad idiomática. Nos referimos a los nombres Guayana, GuyanaGuiana; Esequibo y Essequibo1. Creemos que eso acontece debido a que la región sufre una fuerte influencia del idioma español, portugués e inglés al mismo tiempo. Cuando usamos aquí Guyana, estamos usando el nombre del país. Cuando usamos Guayana [Esequiba], nos referimos a la Zona en Reclamación.

Guayana Esequiba: las fronteras físicas y el contexto de su nombre

Hasta hoy, Guyana administra la región disputada, con fundamento en el Laudo Arbitral de París, del 3 de octubre de 1899.  Esta sentencia es cuestionada por Venezuela, amparándose en el contenido del Acuerdo de Ginebra, del 17 de febrero de 1966. Dentro del territorio de la Guayana Esequiba, Venezuela tiene dominio en la isla fluvial de Anacoco, en el río Cuyuní. Guyana reclama esta pose, mientras que Venezuela indica que esa isla está fuera del área en litigio.

Mapa político de Venezuela con el área en reclamación de la Guayana Esequiba. Foto: carmelourso

La Guayana Esequiba es una región que forma parte del escudo guayanés. Comprende una gran geografía que se encuentra entre el río Esequibo hasta el hito que está en la cima del monte Roraima, donde se dividen las fronteras de Brasil, Guyana y Venezuela. Por cierto, Venezuela ostenta el 85% del monte Roraima, mientras que Guyana es poseedor del 10% y Brasil está limitado a un 5%. Para subir al monte Roraima, es más fácil seguir por la región de Santa Elena de Uairén, donde está la Gran Sabana.

Guyana es atravesada por el importante río Esequibo. Ese río nace en el sur, en la montaña de Acarai, en Brasil, y fluye para el norte, recorriendo unos 1.000 kilómetros, pasando por selvas y sabanas, dividiendo el país en dos, hasta desembocar en el Océano Atlántico. El Esequibo tiene el segundo estuario más grande del continente americano, siendo superado por el de Río de la Plata.

Cataratas Kaieteur. Foto:  eluniversal.com

Dentro de la geografía del Esequibo, podemos destacar al misterioso y fabuloso monte Roraima, también conocido como tepuy Roraima o cerro Roraima, una de las formaciones geográficas más antiguas de la Tierra. Tiene una elevación de 2.810 metros sobre el nivel del mar. Es el punto más alto de la sierra de Pacaraima y, coincidentemente, el punto más alto de Guyana. Su formato tubular crea una pendiente con acantilados de 400 metros.  El monte Roraima está en la región del Escudo guayanés, al sureste del parque nacional Canaima (de 30.000 km², en Venezuela).

Monte Roraima: con su imponente e imperial majestuosidad, hasta el hoy, divide las fronteras de Brasil, Guyana y Venezuela.

Juan de Esquivel y el origen del nombre Esequibo

Entremos ahora en el punto principal de nuestra argumentación. Algunos explican que el origen de la palabra “Esequibo” se remonta a la época de los viajes de Cristóbal Colón a América, los cuales comenzaron en 1492.

En 1498, Colón y sus hombres se adentraron en el territorio venezolano por la costa oriental del país, lo que corresponde a una región llamada Delta Amacuro, en el Golfo de Paria y el territorio de la Isla de Trinidad y Tobago. Esa región fue llamada por Colón de «Tierra de Gracia», en gran parte por la abundancia de agua dulce proveniente de la desembocadura del río Orinoco, conocido como Delta Amacuro, y por la exuberancia de la vegetación nativa.

Era el tercer viaje oficial de Colón, por allí. Aparecen en esta parte de la historia universal dos personajes importantes: Alonso de Ojeda y Pedro Alonso Niño. Era el año de 1499. Ahora, si nos fundamentamos en este prerrequisito, esto nos llevaría a profundizarnos más en la investigación. Nos encontremos con un tercer e importante personaje: Juan de Esquivel.

Un dato curioso y que ayuda mucho en esta investigación es que el río Esequibo fue explorado inicialmente por los españoles y no por otra nación, como Portugal, Holanda o Inglaterra. Fue visto por primera vez por los españoles en 1498, durante el tercer viaje de Cristóbal Colón. El tripulante de una de las naves, cuyo nombre es Juan de Esquivel, lugarteniente de Diego Colón, hijo del Almirante, fue uno de los primeros exploradores de la región, momentos en los cuales exploraba las bocas del Orinoco.

Parece que, en un viaje posterior, Alonso de Ojeda, em 1499, denominó esa región de Esequibo, en honor a Juan de Esquivel, haciendo, talvez, un juego de palabras, una derivación o adaptación dialéctica. Antes, parece que Alonso de Ojeda había llamado el río Esequibo de Rio Dulce, por causa de la abundancia de agua y por su sabor.

En 1591, los españoles fundan un fuerte en la orilla del río Esequibo, en la confluencia del río Cuyuní y el río Mazaruni. Por tanto, el primer establecimiento europeo en la región de las Guayanas, como un todo, fue hecho por los españoles, dejando más asentado su influencia en la localidad en 1614, cuando los colonos comenzaron a plantar caña de azúcar y cacao, mientras mantenían una relación relativamente pacífica con los indios locales.

Lógicamente, conocer una región no determina la posesión de esos espacios geográficos, pero es un requisito fundamental a la hora de hacer cualquier reclamación, basándose en el princípio jurídico denominado de uti possidetis iuris (expresión de carácter legal y de origen latín que significa «lo que poseías, de acuerdo con el Derecho, eso posserás»). Tiene que ver con el dominio ejercido, conforme al Derecho, por un proprietario sobre un determinado inmueble, cosa u objeto. Es un importante e histórico principio usado en el Derecho Civil y en el Derecho Internacional.

Estos son temas complejos que implican una variedad de factores y perspectivas, y están más allá del alcance de esta discusión que queremos presentar en este estudio. Aun así, es importante mostrar algunas referencias externas para sustentar este asunto importante.

Citemos France (2021, marzo 3):

¿Y los españoles? En realidad, ellos fueron los primeros europeos en explorar el territorio, con la incursión de Alonso de Ojeda y Pedro Alonso niño en 1499, a lo largo del curso de los ríos Esequibo y Orinoco. Solo hasta un siglo después, en 1594, España oficializó la posesión de la provincia de Guayana, y la integró a la cartografía de sus colonias en América.
Sin embargo, los españoles descuidaron esta región. Tras concentrarse en los Virreinatos de Nueva España o actual México, Nueva Granada o actual Colombia, Perú y Río de la Plata, a España no le quedaron oportunidades de defender la provincia de Guayana tras la invasión holandesa de 1615.
De manera que los holandeses, apropiados del territorio guyanés, crearon tres importantes colonias: Demerara, Berbice y Esequibo. Para su época, eran tierras ricas en producción de caña de azúcar, y cada vez más atractivas para los británicos que se formularon como una potencia imperial del mundo para el siglo XIX. (Destaque nuestro, https://www.france24.com/)

En la citación referenciada arriba, notamos que los holandeses crearon, en la época de 1615, tres provincias: Demerara, Berbice y Esequibo. Solo que, con respecto a ese nombre Esequibo, este ya existía antes de esa época. Por lo visto, los españoles fueron los primeros a usar el nombre Esequibo. Caso contrario, podría concluirse que los holandeses fueron los primeros en usar el término Esequibo, idea que no encuentra respaldo en los registros visualizados.

Las mudanzas ocurridas entre el nombre Esquivel y Esequibo, pueden ser explicadas como consecuencias de:

  1. Variaciones lingüísticas e idiomáticas de la época (la mayoría de los exploradores no tenía mucho o ningún conocimiento de letras);
  2. Factores geográficos y étnicos, propios de la región que se encontraba muy distante de los centros de conocimiento y estaban ocupadas por tribus indígenas;
  3. Mezcla de los dialectos indígenas caribes, arahuacos e timoto-cuicas con el idioma español;
  4. Forma antiga de escribirse el idioma español de la época, siendo que, en tesis, es posible que en algunas obras de los exploradores existan variaciones de las formas de escribir el nombre Esequibo («Ezequivo», «Esequivo», «Ezequibo»).

Una de las hipótesis más populares que trata de solucionar este dilema idiomático del Esequibo indica que el nombre del río Esequibo se derivan del apellido de Juan de Esquivel, quien ejercía de lugarteniente de Diego Colón, hermano de Cristóbal Colón. O sea, parece ser que el nombre del río Esequibo fue en homenaje a Esquivel, personaje misterioso de la historia de la conquista española de la América en formación.

La hipótesis planteada sugiere que el término «Esequibo» es una adaptación o variación lingüística del nombre «Esquivel». Si esto es cierto, tendríamos que investigar en detalle las causas geográficas, sociales e históricas que llevaron a este cambio en la pronunciación y escritura. La diferencia entre «Esquivel» y «Esequibo» es significativa y requiere una explicación fundamentada.

Ironizando con la historia por detrás del nombre del Esequibo

Ironicemos con la historia de la «conquista». La ambición por el oro obligaba a los exploradores y a las autoridades europeas a decir: «Este pedazo de tierra aquí es mío. Por tanto, se va a llamar de esta o aquella manera, porque me interesa que todo el mundo sepa que esto aquí es mío. Mío y solo mío».

Como sabemos, los conquistadores aparecieron por allí, y en cada lugar donde llegaban le ponían el nombre de su interés a cualquier cosa o lugar. Era como si ellos fuesen los dueños del pedazo; los amos del mundo. Esa era la moda invasiva de esos días de la Edad Media, la Edad Moderna y la Edad Contemporánea, o por lo menos desde 1500 en adelante.

Los conquistadores no se importaban por si alguien ya vivía antes en aquella localidad, como en el caso de los indios, porque «indio no es gente», decían. La situación era peor para los africanos esclavizados, los cuales eran vistos como «seres sin almas». No estamos inventando; está en los anales de los conquistadores y en las obras racistas de la época de la conquista.

¿Por qué estamos presentando estas cuestiones? Porque el origen de un nombre puede explicar en buena parte el derecho de uso y usufruto de una posesión. Las personas tienen sus nombres nobiliarios, de familia, de clase y grupo. Eso los diferencia, categoriza y clasifica. Cuando se mantiene un orden natural de las cosas, todo es explicado y entendido con facilidad. Pero cuando ese orden natural es dejado de lado, entonces aparecen las confusiones y conflictos.

Como observaciones finales, podemos decir que no encontramos un registro lingüístico e idiomático que muestre directamente el origen del nombre del Esequibo. Sin embargo, la hipótesis más plausible es la que indica que el nombre «Esequibo» se derive del apellido «Esquivel». Por otro lado, no encontramos ninguna explicación plausible que contraríe la hipótesis de que el nombre del Esequibo se derive del apellido Esquivel, como fue expuesto antes.

Es un papelón de confusiones que los hombres creamos por causa del mal uso de los términos y nombres, por no respetar el valor de la palabra y, principalmente, por nuestro espirito ambicioso y codicioso de querer retener todas las «riquezas de las naciones» para nosotros, sin preocuparnos por el interés de los otros.

Esperamos, de cierta forma, haber contribuido a través de esta simple explicación, con el correcto entendimiento de los fenómenos históricos que están por detrás del origen del nombre del Esequibo. En realidad, sería muy importante adentrarse en el estudio de esta materia, verificando en profundidad las conexiones e implicaciones que del Esequibo se deriva, así como del río del mismo nombre que atraviesa, por millares de kilómetros, la geografía de esas tierras que forman parte del «mundo perdido» de Arthur Conan Doyle.

Para más información, recomendamos este vídeo:

Referencias

  1.  Padre Félix María de Vegamián. El Esequibo, frontera de Venezuela. Documentos históricos y experiencias personales. Madrid: Talleres Tipográficos Raycar S.A., 1968.
  2. Navarrete, Martín Fernández de (1829). Colección de los viages y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV: con varios documentos inéditos concernientes á la historia de la marina castellana y de los establecimientos españoles en Indias. Imprenta real. Accedido el 27 de noviembre de 2023.
  3. France. (2021, março 3). Esequibo: la discordia entre Venezuela y Guyana como resultado del colonialismo. FRANCE 24. https://www.france24.com/es/programas/historia/20210303-esequibo-venezuela-guyana-disputa-territorio-colonialismo. Accedido el 28 de noviembre de 2023.
  4. Almudena Serrano Mota, M., & Ruipérez, M. G. (1999). El patrimonio documental: fuentes documentales y archivos. Coordinadores: María de la Almudena Serrano Mota y Mariano García Ruipérez. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla – La Mancha, 1999. Univ de Castilla La Mancha. Disponible en: https://books.google.es/books?id=K7XGsc9ML-QC&lpg=PA26&dq=&pg=PA26#v=onepage&q&f=true. Accedido el 28 de noviembre de 2023.
  5. Paredes, N. (2023, noviembre 26). Venezuela: as riquezas da região da Guiana que Maduro quer anexar. BBC. https://www.bbc.com/portuguese/articles/c0k29pdkypxo. Accedido el 29 de noviembre de 2023.
  6. Torres, N. R. (2022, septiembre 13). Valor probatorio de los documentos de Mallet-Prevost. El Universal. https://www.eluniversal.com/el-universal/137526/valor-probatorio-de-los-documentos-de-malletprevost. Consultado el 29 de noviembre de 2023.
  7. Idárraga, S. O. (2023, novembro 27). ¿Qué reclama Venezuela con respecto al Esequibo? Detalles de la disputa. Bloomberg Línea. https://www.bloomberglinea.com/latinoamerica/venezuela/que-reclama-venezuela-con-respecto-al-esequibo-detalles-de-la-disputa/. Accedido el 30 de noviembre de 2023.
  8. Torrealba: Se han cometido errores garrafales sobre Esequibo. (2015, junio 11). https://www.youtube.com/watch?v=SbXDNB6pEHU&ab_channel=Globovisi%C3%B3nVideos. Accedido el 30 de noviembre de 2023.
  9. «Esequibo, Guayana Esequiba». Fundeu.es, https://www.fundeu.es/consulta/esequibo-guayana-esequiba/. Accedido el 5 de diciembre de 2023.
  10. «“Guyana” y “Guayana”, diferencias». Fundeu.es, https://www.fundeu.es/recomendacion/guyana-guayana-surinam/. Accedido el 5 de diciembre de 2023.

Nota:

  1. Un tema específico, hablando sobre el nombre «Guayana» y «Guiana», será expuesto en otra matéria. De antemano, recomendamos ver la entrevista con el experto en la cuestión del Esequibo, Pompeyo Torrealba, en: Torrealba: «Se han cometido errores garrafales sobre Esequibo». Un detalle importante expuesto por Torrealba es: «Tenemos cinco Guayanas y una Guyana». Él indica que el nombre que se debe usar es Guayana y no Guyana. (https://www.youtube.com/watch?v=SbXDNB6pEHU&ab_channel=Globovisi%C3%B3nVideos). ↩︎

La letra más usada y la palabra más larga del idioma español

¿Sabías que la letra “e” y no la “a” es la letra más usada del idioma español? ¿Sabías que la palabra «oía» es la única palabra del idioma español que está compuesta por tres sílabas y por tres letras al mismo tiempo? ¿Sabías también que la palabra «murciélago» reúne las cinco vocales y que antes se escribía «murciégalo»? Estos son algunos de los secretos de nuestra lengua.

Nunca lo hubiera dicho, ese es el título de un libro publicado por Penguin Random House bajo el sello Taurus, y edición al cuidado de la escritora Soledad Puértolas. Contiene algunos de los «secretos mejor guardados, o no tanto, de la lengua española». Un volumen con el que se inicia la colección Hablantes, una nueva línea de divulgación lingüística avalada por la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).

Algunas de las informaciones que son presentadas a seguir se fundamentan en esa edición.

En español, la letra que más se usa es la “e”, seguida de la “a”. En tercera posición se encuentra la letra “o”, otra vocal. Completan los cinco primeros puestos las consonantes “s” y “r”. La “x”, la “k” y la “w” son las letras que menos se utilizan en español. El 45% de las letras de un texto en castellano suelen ser vocales.

Además del recurrente «murciélago», hay otras como «auténtico», «estimulador» o «euforia». Esta última la que menos necesita las consonantes, solo dos.

¿Cuál es la palabra más larga del diccionario de la lengua española y cuáles son las palabras más empleadas?

La palabra más larga en español está compuesta por 23 letras: «electroencefalografista». La palabra «ferrocarrilero» reúne cinco erres. Las dos palabras que más se usan como comodín son «cosa» y «realizar», términos que pueden ser calificados como los más «pluriempleados» del idioma español.

Las vocales representan el 45% de los textos en castellano, «cosa» es la palabra comodín y la “w” es la última letra incorporada al alfabeto.

«Murciélago», además de contener las cinco vocales, es un ejemplo de metátesis, fenómeno que consiste en cambiar de lugar ciertas letras, en una palabra. El «murciégalo», que hoy se entiende como vulgarismo lingüístico, fue originariamente la palabra correcta. «Murciégalo» deriva de las voces latinas «mus, muris» (ratón) y «caeculos», un diminutivo de «caecus» (ciego).

El cambio de letras se documenta desde el siglo XIII, y no tardó en pasar a la lengua culta. Ya en el primer diccionario académico, de 1734, se recogen las dos variantes, pero el término etimológico «murciégalo» acabó perdiéndose en el tiempo y ya no se acepta más como correctamente hablada.

Otro caso similar es el de «cocodrilo», que fue originariamente «crocodilo», de la voz latina «crocodilus», derivada del griego «krokodeilos».

Un capítulo para la “ñ”

El libro Nunca lo hubiera dicho dedica uno de sus capítulos a la letra que representa internacionalmente el idioma español: la “ñ”. La decimoquinta letra del abecedario, cuya existencia se vio amenazada y que tuvo que hacer frente a una batalla política y legal por su supervivencia.

En el año 1991 la Comunidad Europea denunció las leyes españolas que garantizaban la presencia de la letra “ñ” en los teclados comercializados en España. Dos años después, el Gobierno español aseguró su presencia en un Real Decreto, amparándose en la excepción de carácter cultural, junto a los signos de apertura de interrogación y exclamación.

La “ñ” es una letra que surgió en la época medieval, cuando los copistas empleaban abreviaturas para ahorrar tiempo y espacio en palabras con doble “n”, simplificando la consonante con una rayita encima (~). Una tendencia que se vio reforzada por la ortografía de Alfonso X El Sabio y Nebrija, que ya la incorporó como letra independiente.

La última letra en sumarse al alfabeto español fue la uve doble (“w”). Se incorporó en 1969, y lo hizo como foránea, ya que entró en la lengua española por la vía del préstamo lingüístico. A veces funciona como vocal en muchas palabras procedentes del inglés o de lenguas orientales, pero también se comporta como consonante en términos procedentes del alemán como «wolframio».

Basado en: Uno, Red. 2022. «Conoce la letra más usada, la palabra más larga y otras curiosidades del español», Red Uno <https://www.reduno.com.bo/internacional/conoce-la-letra-mas-usada-la-palabra-mas-larga-y-otras-curiosidades-del-espanol-2022416133533> [Accedido: 6 abril 2023]. Adaptado.

[S. f.]. Rae.es <https://www.rae.es/obras-academicas/otras-obras/nunca-lo-hubiera-dicho> [Accedido: 6 abril 2023].

Cómo es mejor escribir: OVNI u ovni?

De acuerdo con la Fundación de la Lengua – FundéuRAE, lo mejor es escribir «ovni» (con letras minúsculas) y no «OVNI» (con letras mayúsculas). Pero, ¿qué otras explicaciones tenemos sobre estos objetos voladores no identificados? Veamos.

El término ovni, acrónimo de objeto volador/volante no identificado, ha pasado a ser un sustantivo común, por lo que lo adecuado es escribirlo enteramente con letras minúsculas.

Por causa de las noticias relacionadas con las tensiones entre Estados Unidos y China, es frecuente encontrar frases como «¿Hay OVNIS de origen extraterrestre sobre Estados Unidos y Canadá?», «La inteligencia de EE. UU. no descarta que el tercer objeto derribado sea un OVNI» o «Las reacciones y memes que dejaron los OVNIs derribados» (destaque nuestro).

En su origen esta voz era un acrónimo. Las siglas de O-V-N-I (Objeto Volador No Identificado) pueden pronunciarse como una palabra única (OVNI). En la actualidad, ya se ha incorporado al léxico del idioma. Por tal motivo, hoy se escribe con todas las letras en minúsculas (ovni). Este fenómeno lingüístico ya aconteció con otras palabras técnicas, como en el caso de pymeláser, etc., que originalmente eran escritas en mayúsculas, pero en la actualidad se escriben en minúsculas y así figuran recogidas en el diccionario académico (ovnipymeláser, etc.).

Lo adecuado sería no pluralizar la forma escrita de ovni al ser tratadas sus letras como siglas (se escribe OVNI y no OVNIS, OVNIs, OVNI’s). Ahora bien, al ser empleadas estas siglas con determinantes y adjetivos, lo adecuado sería usar las letras mayúsculas para la palabra OVNI, mientras que sus determinantes se pluralizan, al ser escritos en minúsculas o mayúsculas, según el caso que corresponda (los OVNI, LOS OVNIS). Consecuentemente, al ser lexicada, la palabra ovni, al ser escrita en minúscula, sea en una frase completa, en un párrafo, etc., pasa a ser un sustantivo común, formando el plural de acuerdo con las normas generales del español (ovnis; los ovnis). 

De modo que, en los ejemplos periodísticos citados arriba, habría sido preferible escribir «¿Hay ovnis de origen extraterrestre sobre Estados Unidos y Canadá?», «La inteligencia de EE. UU. no descarta que el tercer objeto derribado sea un ovni» y «Las reacciones y memes que dejaron los ovnis derribados» (destaque nuestro).

Referencia:

“«ovni», mejor que «OVNI».” 14/02/2023. FundéuRAE | Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) <https://www.fundeu.es/recomendacion/ovni-mejor-que-ovni/> [Accedido en: 02/04/2023]. Adaptado.

Pérez, Javier Calabria. “Determinantes”. Elabueloeduca.com, <https://www.elabueloeduca.com/aprender/lengua/palabras/determinantes.html> [Accedido en: 02/04/2023].