El análisis del discurso: origen, enfoques y perspectivas

El análisis del discurso es una materia interdisciplinaria que busca comprender el lenguaje en uso a través del estudio sistemático de los discursos escritos, orales y audiovisuales. Veamos algunos tópicos de importancia relacionados con esta área.

Photo by ICSA on Pexels.com
  1. Definición y alcance:
    • Norman Fairclough (1995): «El análisis del discurso es una forma de crítica social que busca comprender cómo el poder se ejerce a través del lenguaje.» (https://digitum.um.es)
    • Van Dijk (1998): «El análisis del discurso estudia cómo se utiliza el lenguaje en la interacción social para construir significados, poder y relaciones.» (https://ultimadecada.uchile.cl)
    • Teun van Dijk (2008): «El análisis del discurso es una herramienta fundamental para desentrañar cómo el lenguaje influye en nuestra percepción del mundo y en las dinámicas sociales.» (https://dialnet.unirioja.es)
    • Ruth Wodak & Michael Meyer (2009): «El análisis del discurso puede usarse para promover el cambio social al revelar las estructuras de poder y desigualdad en el lenguaje.» (https://www.sep.ucr.ac.cr)
    • RAE (2023): «El análisis del discurso es el examen de los componentes del discurso y de sus respectivas propiedades y funciones.» (https://dle.rae.es/discurso)
  2. Orígenes y desarrollo del análisis del discurso:
    • El análisis del discurso (AD) surgió en los años 1960 y 1970 en diversas disciplinas y países de manera simultánea, como la antropología, la lingüística, la filosofía, la sociología y las ciencias de la comunicación.
    • Se relaciona con otras transdisciplinas, como la semiótica, la pragmática, la sociolingüística y la psicolingüística.
    • Teun van Dijk sugiere que en todos los niveles del discurso podemos encontrar “huellas del contexto”, lo que permite entrever características sociales de los participantes y comprender las relaciones en la sociedad.
  3. Perspectivas y enfoques del análisis del discurso:
    • Escuela francesa (Foucault, 1977): Se centra en la relación entre lenguaje y poder. «El discurso es una forma de poder que se ejerce sobre los individuos y las sociedades.» (https://revistas.javeriana.edu.co)
    • Análisis crítico del discurso (ACD, Fairclough, 1992)): Examina las estructuras de poder y desigualdad en el discurso.
    • Análisis feminista crítico del discurso (AFCD): Aborda cuestiones de género y feminismo.
    • Análisis multimodal (Kress & van Leeuwen, 2001): Considera diferentes modos de comunicación (texto, imagen, sonido). «El significado se construye a través de la interacción de diferentes modos de comunicación, como el texto, la imagen y el sonido.» (https://www.researchgate.net)
    • Análisis de la conversación (Schegloff, 1992): Estudia la interacción verbal en contextos específicos. «La conversación es un sistema social complejo con sus propias reglas y normas.» (http://padron.entretemas.com.ve)
  4. El discurso y su importancia social y cultural:
    • Helena Calsamiglia y Amparo Tusón definen el discurso como una práctica social contextualizada, tanto oral como escrito.
    • El discurso refleja y crea la vida social, y a través de él podemos comprender las relaciones en la sociedad.
    • En todos los discursos, hay un fin y una independencia con el contexto.
    • El análisis del discurso nos permite comprender cómo se reflejan y crean las relaciones sociales a través del lenguaje.
    • Se aplica en áreas como la política, los medios de comunicación, la publicidad y la literatura.
    • Wodak (2001): «El análisis del discurso nos permite comprender cómo se reflejan y crean las relaciones sociales a través del lenguaje.» (https://www.sep.ucr.ac.cr)
    • Jaworski & Coupland (2000): «El análisis del discurso se aplica en áreas como la política, los medios de comunicación, la publicidad y la literatura.» (https://www.cambridge.org)

Referencias:

  • Fairclough, N. (1992). Discourse and social change. Cambridge: Polity Press.
  • Fairclough, N. (1992). Discourse and social change. Polity Press.
  • Fairclough, N. (1995). Critical discourse analysis. Harlow: Longman.
  • Foucault, M. (1977). La arqueología del saber. México: Siglo XXI.
  • Jaworski, A., & Coupland, N. (2000). The discourse reader. London: Routledge.
  • Kress, G., & van Leeuwen, T. (2001). Multimodal discourse: The modes and media of contemporary communication. London: Routledge.
  • Real Academia Española (2023). Diccionario de la lengua española. https://dle.rae.es/
  • Real Academia Española. Análisis del discurso. Diccionario de la lengua española.
  • Schegloff, E. A. (1992). Sequencing in conversational interaction. Cambridge: Cambridge University Press.
  • Van Dijk, T. A. (1998). El análisis del discurso. Barcelona: Paidós.
  • Van Dijk, T. A. (1998). El discurso como estructura y proceso. Gedisa.
  • Van Dijk, T. A. (2008). Discurso y poder. Barcelona: Gedisa.
  • Wodak, R. (2001). Gender and discourse. Sage Publications.
  • Wodak, R. (2001). Sociolinguistics and discourse analysis. London: Blackwell.
  • Wodak, R., & Meyer, M. (2009). Methods of critical discourse analysis. London: Sage.

Discurso, ideología y poder

En esta entrada pretendo establecer una correlación semejante a la establecida entre lengua, cultura y sociedad, y relacionar el discurso como manifestación del uso de la lengua, la ideología como un elemento cultural y las relaciones de poder como una de las formas de relación que configuran nuestra estructura social. Específicamente, pretendo analizar cómo el discurso ideológico se utiliza como instrumento que legitima la ideología y las relaciones de poder que esta respalda. Propongo una reflexión crítica sobre el carácter disimulado del discurso ideológico e invito desde esa reflexión a desenmascarar las formas sutiles en que se manifiesta la discriminación y que consciente o inconscientemente venimos tolerando en nuestra sociedad.

Alberti, Matos Mar y Escobar (1975) definen la sociedad como “el conjunto de relaciones que se establecen entre los distintos individuos, grupos, clases o sectores que conforman su estructura y organización en un determinado momento”. Para Weber (2012) la estabilidad y durabilidad de una relación social depende de la regularidad de las acciones sociales de los individuos, lo que nos permite hablar de “usos sociales”, prácticas regulares que configuran un orden social determinado.

Weber afirma que el ordenamiento social que termina estructurando la sociedad es, por lo general, fruto de una imposición que se hace efectiva gracias al poder de quien impone dicho orden social. Por tanto, no es el acuerdo general, como solemos pensar, el que comúnmente estructura la sociedad, sino la dominación. Para Weber, esta desempeña una función necesaria para la vida en sociedad y esto ocurre incluso en regímenes democráticos donde de alguna forma la minoría se somete a las decisiones de la mayoría.

Siendo así, cabe preguntarse cómo se ejerce tal dominación y qué hace posible que la gente obedezca y acepte el mandato y la autoridad de otro. ¿Por qué estamos dispuestos a aceptar la dominación? En este punto cobra especial relevancia la idea de “legitimidad”. El concepto de “dominación” de Weber hace referencia a una relación de poder específica que se ejerce sobre alguien que obedece y acepta el mandato porque lo cree legítimo, es decir, válido. La creencia de que un poder es legítimo es una de las principales causas de que las personas se sometan y acaten una orden que proviene de otra persona.

Weber reconoce tres tipos de dominación de acuerdo con el tipo de legitimidad del poder: la dominación racional, la tradicional y la carismática. La primera reposa en la creencia de que el poder es legítimo si proviene de un ordenamiento legal; es decir, si las leyes lo respaldan. La segunda se basa en la creencia en el carácter sagrado de las tradiciones. Finalmente, la legitimidad de la dominación carismática descansa en la percepción del dominio como resultado de las cualidades extraordinarias de la persona que lo ejerce. Es importante destacar que para Weber no es la norma ni la tradición ni el carisma aquello en lo que se sostiene el poder, sino la creencia de que tales formas de poder son legítimas.

Las relaciones de poder son naturales a la vida en sociedad y se sostienen en el tiempo gracias a que están asociadas a un modo de pensamiento, a un conjunto de ideas que respaldan y legitiman la dominación; es decir, el poder que ejerce una persona o un grupo sobre los demás. Llamaremos ideología al conjunto de ideas compartidas por una sociedad relativas a cómo debe ser ejercido el poder en esa sociedad. Cuando se cree firmemente en la legitimidad de una ideología, los individuos pueden estar dispuestos a vivir e, incluso, a morir por ella.

El orden social que se piensa legítima estructura la sociedad, y lo hace de tal manera que en adelante se percibirá como el hábitat natural de los individuos que integran esa sociedad. De esta manera, el poder y la ideología terminan estando en todas partes, configurando el espacio y, por ende, también el discurso, ya que este es el principal vehículo del pensamiento y de las ideas. Al discurso que, implícita o explícitamente, está al servicio del ejercicio de la dominación o al servicio de la legitimación del poder de unos sobre otros lo llamamos discurso ideológico.

La relación de interdependencia que existe entre lengua, cultura y sociedad (desarrollada en una entrada anterior del blog) es semejante a la que existe entre discurso ideológico, ideología y relaciones de poder o dominación.

A través de Rossana Santos (06/10/2019): Discurso, ideología y poder. (Adaptado)

El objetivo de la educación, según Chomsky

Noam Chomsky discute el objetivo de la educación, el impacto de la tecnología y si la educación debe ser percibida como un costo o como una inversión. Discute también el valor de las evaluaciones estandarizadas. Esta es una entrevista que fue presentada en la Conferencia Aprendizaje sin Fronteras (Learning Without Frontiers Conference), el 25 de enero de 2012, en Londres.

La Etimología

La Etimología estudia el origen y la formación de las palabras. Este estudio se funda en el conocimiento de la raíz o raíces de las palabras y los demás elementos que las integran. El estudio de las etimologías de las palabras es importante, porque nos sirve para interpretar la significación y la ortografía de estas.

Con la raíz orto, que significa “correcto”, podemos formar las palabras compuestas:

Ortografía – correcta escritura

Ortología – arte de pronunciar correctamente

Ortodoxo – conforme con la verdadera doctrina

Ortopedia – arte de corregir las deformidades del cuerpo, especialmente en los niños

Ortópteros – insectos de alas derechas

Observe la escritura de las siguientes palabras:

· Biología· bioquímica
· anfibio· biólogo
· biografía· microbio

En todas estas palabras se encuentra la raíz bio,que significa “vida”, y por ese motivo se escribe con “b” y no con “v”. El estudio de la etimología enriquece el vocabulario y facilita la formación de las palabras compuestas y las familias de palabras. Es imprescindible para el estudio consciente de la Composición. Existen diccionarios etimológicos que presentan un amplio estudio de las palabras desde este punto de vista, por lo que un estudioso del idioma español, especialmente si es extranjero, se beneficiará mucho al adquirir uno de estos y lo estudia con frecuencia.

Anteriormente usamos la palabra Etimología. ¿Por qué no busca en un buen diccionario el significado de esta palabra y su composición? Observa cómo queda la palabra cuando la separamos en sílabas: E-ti-mo-lo-gí-a. Note también la siguiente derivación: Etimo-logía.

Ahora puede analizar etimológicamente las siguientes palabras:

· equidistante· centímetro
· equilátero· cuadrilátero
· milímetro· decímetro

Hablando con convicción y con tacto

¿Qué implica hablar con tacto y al mismo tiempo con convicción o de forma firme? Significa manifestar prudencia en lo que decimos y cómo lo decimos, considerando cuándo es el mejor momento para expresar una idea, con el objetivo de que nuestros pensamientos no sean tergiversados ni confundidos.

Hablar con convicción

La importancia de hablar con tacto

Cuando nos expresamos con discreción, las personas se muestran más dispuestas a escucharnos. Para poder exigir que las otras personas tengan una actitud positiva, o “abran su mente”, como se dice por allí, nosotros mismos tenemos que dar el primer paso en esa dirección. El resto vendrá como consecuencia de nuestro buen ejemplo. No se trata de manipulación mental y sí de discreción e inteligencia.

El tacto es una habilidad preciosa que debemos cultivar diariamente. Esta no es una cualidad circunstancial, es decir, temporaria; ella es diaria. Nosotros dependemos del buen uso del tacto. No es una cuestión de piel únicamente; es una cuestión de espíritu. El tacto no es temor. Una cosa es diferente de la otra. El temor puede ser perjudicial, pero algunas veces, necesario y beneficioso, dependiendo de cómo nos aprovechamos de este fenómeno natural. El temor nos controla, nos limita y nos hace recordar nuestra condición de humanos. El problema radica en dejarnos llevar por su poder, porque nos puede paralizar cuando menos lo esperamos.

Un fruto de la conducta humana que debemos cultivar es el de motivar nuestros sentimientos, a fin de pensar bien de los otros, mientras discretamente nos cuidamos de no dejarnos llevar por la malicia de aquellos que quieren aprovecharse de nuestros buenos motivos y sentimientos.

Cuando cultivamos el tacto en las relaciones humanas, dejamos que nuestros buenos motivos interfieran directamente en esa forma de tratar a los otros, porque simplemente les deseamos lo mejor. Cuando pensamos de forma positiva, transmitimos buenos motivos, “buenas ondas”, como dicen los jóvenes. En este sentido, somos bondadosos, cariñosos, empáticos. Nuestra habla es agradable, paciente, calma. Si queremos transmitir tranquilidad, tenemos que hablar con  amabilidad.

En este caso, estaremos viendo cómo nuestras ideas irán penetrando cuidadosamente en las mentes de nuestros escuchas, sin haber abusado ni un poco de su confianza. No queremos que nuestra habla se transforme en un motivo de tropiezo, aunque el tropiezo siempre va a estar próximo de nosotros, porque las personas son condicionadas a vivir de forma agitada. Muchos viven a la defensiva, y existen muchos motivos para eso acontecer. Personas egoístas no desean nada de bueno a nadie. Pero nosotros podemos transformar esa mentalidad partiendo de nosotros mismos.

Debemos estar preparados para entender que algunos, por un motivo u otro, van a sentirse ofendidos con nuestras palabras. Si hasta nuestra sola presencia puede incomodar a alguien, imagínese entonces si dijéramos algo. Algunas veces prendemos un fuego en el mundo, sea por nuestra mera presencia o por nuestro discurso. ¿No nos toca a nosotros mismos entender nuestros propios motivos? ¿Por acaso no es triste ver que hasta el mundo, para entenderse, necesita de una guerra para finalmente encontrar la paz? Dudamos de que una guerra produzca verdadera paz, porque la guerra siempre deja heridas abiertas que pueden durar mucho tiempo en ser curadas, hasta siglos. Así que, lo mejor continúa siendo el camino de la paz. Esto es, usar tacto es el mejor camino para evitar conflictos y discusiones sin sentidos.

Al hablar a un auditorio

Cuando nos comunicamos con un grupo o un auditorio, sea al presentar una palestra o un discurso, debemos mostrar mucho más tacto. No estamos hablando con un solo individuo. Nos estamos dirigiendo a un grupo, y el grupo merece respeto. No debemos ‘quemar los cartuchos’, siendo imprudentes con nuestras palabras. Algunas veces contamos con la presencia de nuevas personas que están sentadas. Otras veces, nos comunicamos con personas conocidas, amigos, familiares. Siendo ese el caso, no queremos humillarnos a nosotros mismos, mucho menos a nuestros familiares, ¿no es verdad?

Si somos cuidadosos, buscaremos ser razonables, desplegando amabilidad y apacibilidad. El uso de frases vulgares en público nos puede dejar mal parados y debemos entender que el auditorio puede que no recordar nuestro discurso, pero difícilmente perdonará una palabra o frase chocante, que será, con toda seguridad, recordada por mucho tiempo, hasta por años.

Cómo usar tacto

  • No sermonee al oyente;
  • Antes de hablar, piense en el efecto de sus palabras en el interlocutor;
  • Elogie con frecuencia, sin ser adulador;
  • No muestre un espíritu orgulloso, ni se muestre con superioridad moral;
  • No juzgue a los demás, usted también es humano;
  • Trate de ganar a su amigo, no lo transforme en enemigo;
  • No reaccione rápidamente ni de modo exagerado a los dichos de su amigo;
  • Sea paciente, escuche y controle su habla;
  • No use términos groseros ni ofensivos;
  • Cuide de que sus palabras no tengan dupla interpretación;
  • Procure edificar, no derrumbar.

Lea también el artículo: Enfatizando las ideas principales del discurso. (http://wp.me/p1wrop-Nt)

La letra «ñ» también es gente

La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe!

Ñ - Wikiwand

Ya nos han birlado los signos de apertura de interrogación y admiración. Ya nos redujeron hasta la apócope. Ya nos han traducido el pochoclo. Y como éramos pocos, la abuelita informática ha parido un monstruoso # en lugar de la eñe con su gracioso peluquín, el ~.

¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿En los pagos de Añatuya cómo cantarán Añoranzas? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní?

«La ortografía también es gente», escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui.

A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo. «Pereza ideológica», hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad.

Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos! Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta.

No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir con nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski. ‘Ninios’, ‘suenios’, ‘otonio’. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania.

La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software. Luchemos para no añadir más leña a la hoguera dónde se debate nuestro discriminado signo. Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.

Nota de Lorena Udler, en: https://udlerlorena.wordpress.com/2013/02/10/la-ene-tambien-es-gente-de-maria-elena-walsh/:

Este texto de María Elena Walsh fue originalmente publicado en el diario “La Nación” en 1996 y fue escrito en el marco del conflicto cultural que protagonizó la Comunidad Económica Europea (CEE), cuando impulsó de forma imprudente el proyecto de algunos fabricantes de computadoras, que pretendían comercializar teclados sin la letra “ñ”. La Real Academia Española (RAE) proclamó en un informe (1991) que esto representaría “un atentado grave contra la lengua oficial”. Finalmente, el gobierno español respondió en 1993 con una ley proteccionista de la lengua, acogiéndose al Tratado de Maastricht.

maría elena walsh
María Elena Walsh

A través de este texto se aborda, con humor, el tema de la identidad de la lengua. La letra “ñ”, que representa el fonema nasal palatal sonoro, no existía en el griego ni en el latín, origen de las lenguas romances actuales. Solo existía la “n”, que a comienzos de la Edad Media se reforzó con otros signos, especialmente las letras “i”, “y”, “g”, e incluso la “n” duplicada (“nn”). Al aparecer, en las lenguas romances vulgares, la duplicidad se empezó a transcribir con un guión encima, que indicaba que se repetía la letra. Este rasgo caracterizó al español frente a otras lenguas, siendo la “ñ” una letra representativa del mismo. La RAE la añadió al alfabeto en la segunda edición de su Ortografía (1754), y se considera la decimoséptima letra del abecedario.

Fuente adaptada: Uruguay Educa, Portal Educativo de Uruguay, Administración Nacional de Educación Pública.

El español será el idioma más hablado del mundo

El español será el idioma más hablado del  mundo

Antes de mediados de siglo, la lengua de Cervantes será la de mayor número de parlantes en el planeta. No obstante, advierten que hay varios aspectos que deben ser mejorados para su enseñanza.

«Las más recientes proyecciones señalan que el español será la lengua más hablada del mundo ya para el 2045», afirmó Humberto López Morales, secretario de la Asociación de Academias de la Lengua Española, ente que regula la norma de este idioma.
López Morales señaló que la nueva previsión adelantó cinco años el momento en que el español superará al resto de las lenguas del mundo en número de hablantes, respecto de estimaciones anteriores.
Sin embargo, López Morales alertó sobre las falencias de la enseñanza actual del español, que calificó como «catastrófica». «De nada sirve saber qué es el sujeto y el predicado si no se sabe hablar», sostuvo al tiempo de señalar que los métodos actuales están demasiado enfocados en la gramática, cuando deberían también hacer hincapié en otros aspectos, como el vocabulario.
En este momento, la lengua de Cervantes es la segunda más enseñada en el mundo como lengua extranjera, sólo superada por el inglés, lo que representa un orgullo para el secretario López Morales. Indicó que tal avance se debe sobre todo por el aumento del número de estudiantes estadounidenses que aprenden español, ya que en los Estados Unidos, ser «bilingüe abre las puertas al mercado de trabajo».
López Morales hizo estas declaraciones en el marco de la presentación, en San José, Costa Rica, del Diccionario de Americanismos, una obra que registra un «importante caudal» de localismos latinoamericanos. Respecto a este nuevo diccionario, López Morales manifestó que es el resultado de la «ilusión» y de la labor de decenas de académicos de la lengua de todos los países de habla hispana.

Fuente: http://america.infobae.com/notas/7197-El-espaol-ser-el-idioma-ms-hablado-del-mundo

Teoría del Caos y el Efecto Mariposa

Onomatopeya

Onomatopeya. Del griego «onomatopeiía» (compuesto por «ónoma» = nombre y «poieo» = hacer). Imitación del sonido de una cosa en la palabra con que se la designa, por ejemplo las voces de los animales (miau, guau, etc.) Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), la palabra «onomatopeya» deriva del latín tardío, «onomatopoeia», y este del gr. ὀνοματοποιΐα.También, tenemos que consiste en:
1. f. Imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo. Muchas palabras han sido formadas por onomatopeya.
2. f. U. en algunos casos para referirse a fenómenos visuales; p. ej., tic nervioso, zigzag.
3. f. Vocablo que imita o recrea el sonido de la cosa o la acción nombrada.

El idioma más sexy del mundo


¿Sabías que el español fue considerado el idioma más sexy del mundo?

Pues sí. El idioma español se situó en primer lugar, destronando al titular del idioma más sensual, el francés. El castellano que se habla en Colombia y México ayudaron para acumular puntos y dar la victoria al idioma Español.
Según una encuesta realizada en Facebook por el sitio Lonely Planet, los fonemas se escuchan más sexys en español.
Aunque la lista no sorprende por los puestos que ocupan países como Italia, Inglaterra o Portugal, la gran revelación se la lleva el español que con sus vocales suaves y fuertes, su lirismo, su lexicología, y sus modificaciones a través de los siglos, es, para miles de personas, el acento más bello del mundo.
Los idiomas que encabezaron la lista entre los más sensuales del mundo:
Español
Francés
Irish
Escocés
Australiano
Italiano
Inglés
Portugués
Ruso

http://laprimeraplana.com.mx/2012/09/01/es-mas-%E2%80%9Csexy%E2%80%9D-el-idioma-espanol-que-el-frances/