Estudio del párrafo

Párrafo es el conjunto de oraciones coordinadas que se refieren a un mismo asunto y que es separado por medio del punto y aparte. Cuando escribimos un párrafo, acostumbramos dejar un espacio para hacer resaltar la estructura y el conjunto, aunque esto dependerá del tipo de texto, la edición del texto, los objetivos y clase de texto. La meta es tener una idea concisa, coherente y legible que respete el estilo, dando belleza a la información que estamos transmitiendo al lector.

Los párrafos pueden estar compuestos por un reducido número de oraciones o por un conjunto de ellas. Algunos escriben párrafos valiéndose de un exceso de palabras y frases, haciendo la lectura más pesada y monótona. Esto reduce el interés por la lectura del texto y hace que el lector se pierda desde el inicio. Un párrafo con más de doscientas palabras desconsidera el placer que el lector debe sentir por la lectura, pues contraría la claridad, la precisión, la unidad, la elegancia y el énfasis.

Podemos resaltar dos elementos básicos de un buen párrafo: la unidad de pensamiento y la coherencia.

1. La unidad de pensamiento: todo párrafo es la expresión del pensamiento del escritor. Como decíamos antes, el párrafo es un conjunto de oraciones que refleja la uniformidad de las ideas creada en la mente.

2. La coherencia: consiste en la ilación, coordinación lógica de las oraciones y frases. La coherencia integra todos los párrafos dentro de un contexto específico y determinado, que es el objeto de estudio del escritor, es decir, a donde el escritor nos quiere llevar.

Si el pensamiento no es coherente, es lógico que la idea central del texto se puede perder y el lector puede entrar en un laberinto de pensamientos e interpretaciones. Él va a tratar de salir de ese laberinto, sin poder conseguirlo dentro de un plazo de tiempo específico. Esto indica que los pensamientos del escritor deben ser estampados de forma simple sin ser simplista.

Estudio  del párrafo

Al redactar un párrafo debemos tener claro qué tipo de método de exposición vamos a emplear, si es deductivo o inductivo. Cuando presentamos los hechos usando un orden deductivo, partimos de la causa para llegar al efecto. Es decir, vamos descubriendo poco a poco el fenómeno que nos interesa y que estamos exponiendo hasta llegar a una conclusión definitiva. Por otra parte, cuando nos valemos del orden inductivo, partimos primero de los efectos para llegar a las causas, queremos demostrar cómo fue que cierto fenómeno aconteció y presentar los hechos que respaldan nuestra idea, hipótesis o argumento.

Los métodos deductivo e inductivo son apenas dos de los que podemos emplear a la hora de estructurar un párrafo o un texto. No obstante, existen otros tantos, como podemos observar en el gráfico anterior, podemos usar el método comparativo, el explicativo, el expositivo, el de causa-efecto, el deductivo, el inductivo y el conclusivo, conforme a la necesidad que nos acompaña.

Referencias